jueves, 18 de diciembre de 2008

Va por ustedes

Arriba los pobres del mundo
En pie los esclavos sin pan
alcémonos todos al grito:
¡Viva la Internacional!
Removamos todas las trabas
que oprimen al proletario, cambiemos el mundo de base
hundiendo al imperio burgués.
Agrupémonos todos,
en la lucha final,
alzan la voz los pueblos con valor
por la Internacional. (Bis)
El día que el triunfo alcancemos
ni esclavos ni dueños habrá, los odios que al mundo envenenan
al punto se extinguirán.
El hombre del hombre es hermano
derechos iguales tendrán
la Tierra será el paraíso,
patria de la Humanidad
Agrupémonos todos
en la lucha final.
Y se alzan los pueblos
por la Internacional.
Agrupémonos todos
en la lucha final.
Y se alzan los pueblos ¡con valor!
por la Internacional.


¿qué día olvidásteis esta canción? ¿qué día dejásteis de pensar igual? ¿qué día dejásteis de ser socialistas para ser nacionalistas? ¿os trilaron el carnet cuando os disteis de alta?
¿qué clase de socialistas amenaza a su gobierno, al gobierno de su partido? ¿quién os ha engañado con fábulas nacionalistas? ¿por qué queréis dejar de ser lo que decís que sois?
Si finalmente os marcháis del PSOE, es que nunca fuísteis del PSOE.

martes, 2 de diciembre de 2008

Excusatio non petita, acusatio manifiesta

El "Index Librorum Prohibitorum et Expurgatorum" o "Índice de libros prohibidos", también llamado Index Expurgatorius es una lista de aquellas publicaciones que la Iglesia Católica catalogó como libros perniciosos para la fe; además establecía, en su primera parte, las normas de la iglesia con respecto a la censura de los libros. El propósito de esta lista era prevenir la lectura de libros o trabajos inmorales que contuvieran errores teológicos o morales y prevenir la corrupción de los fieles.

Nada hacía presagiar que esta perniciosa práctica sería vuelta a poner en práctica cuatro siglos después. Y mucho menos, nada hacía presagiar que volvería a ser puesta en práctica por aquellos que se autodenominan: “defensores de la libertad”. Hoy, como entonces fueran los “defensores de la FE”, se encargan de revisar y censurar todo aquello que, dentro del círculo humano de su influencia, pueda ser pernicioso o destructivo, ir contra corriente de las ideas preconcebidas.

En todo colectivo humano se producen discrepancias, esto es inevitable. Pero cuando estas discrepancias no son tenidas en cuenta, sino que se censura el mero hecho de hacerlas públicas-y hasta de tenerlas- que es igual a preferir la forma al fondo, la realidad es que este colectivo ha tocado fondo.

Cuando este colectivo se dota de unas normas para funcionar mejor, y posteriormente los custodios de las "esencias" se autoerigen en iconos del espíritu que las informa y se arman con la espada flamígera para, utilizando estas mismas normas acabar con el infiel, es que este colectivo ha tocado fondo.

Cuando para este colectivo el mayor de sus males es que se sepa que los tiene, en lugar de ser que se tienen estos males, es que este colectivo ha tocado fondo.

Cuando este colectivo quiere cambiar, y este colectivo se impide a si mismo este avance, es que efectivamente este colectivo ha tocado fondo.

Cuando este colectivo no trabaja por alcanzar sus nobles sueños, sino que reduce sus sueños a la altura de su trabajo, es que ha tocado fondo.

Cuando este colectivo funciona de forma arbitraria, sin un rumbo fijo, sin saber a donde va, y olvidando de donde viene, es que este colectivo ha tocado fondo.

Cuando este colectivo solo quiere seguir siendo lo que es, y no aspira a nada más, es que efectivamente este colectivo no puede aspirar a nada más.

Cuando este colectivo desprecia sus armas a favor de las “esencias supremas”, y cuando además lo hace a sabiendas, es que este colectivo ha tocado fondo.

Cuando este colectivo se comporta como el elefante de aquella historia, que atado a un pequeño poste, se sentía incapaz de escapar, cuando de todos es sabida la fuerza de este formidable mamífero, y se siente incapaz de romper sus ataduras, es que este colectivo merece estar siempre atado a sus ataduras.

Cuando este colectivo está infectado de este mal, sólo existe una cura posible. Y esa cura se llama: tiempo.



miércoles, 19 de noviembre de 2008

El muro

Has luchado contra multitud de sucesos, cosas. Has vencido en todas ellas.
Lograste vencer a los gatos que acosaban vuestro metálico cubo de basura, en aquel lejano patio de la calle centenera.
Lograste crear una banda de rock, de “peludos maricas” que diría tu padre. Fabricaste a los 15 tu primera guitarra eléctrica. Lograste que sonara conectada a la vieja radio de válvulas, sin tener siquiera conexiones para ello, y que hoy aún ameniza las mañanas de tu hermano con su viejo sonido y su “onda pesquera”

Lograste hacer posible lo imposible, enchufando el soldador para que fuera calentándose mientras venía la luz, en aquel polvoriento taller de bobinado de motores y collejas al novato.

Lograste llegar a lo más alto empezando desde lo más bajo, ahí con tu mesa sobre los neumáticos general y disfrazado de botones Sacarino.
Lograste algo nunca reconocido, con tu definitiva contribución al voto afirmativo de la mayoría de alcaldes de la sierra para la creación del Estatuto de Autonomía de la Comunidad de Madrid. ¡Qué diferente sería hoy si te hubieran tenido en cuenta!

Lograste tu propio programa de radio, como siempre quisiste, y entrevistaste a lo más variopinto de la sociedad de entonces. Desde aquel viejo sereno hasta el siempre entrañable mago Rochi.

Lograste poner en orden los números del Servicio Oficial, batiendo el record de ventas de aquel año.

Lograste darle un aire intelectual al viejo y gran caserón de tu ciudad. Lograste reponerte del susto cuando tus hijos te hicieron aquella jugada de arrancar los logotipos de los coches aparcados en ese frío y desangelado aparcamiento.

Lograste darle un toque familiar al proyecto empresarial del restaurante en el polígono.

Lograste crear, junto con tus amigos y hermano, una peña que hoy es solera en la ciudad, tanto por el prestigio que supiste darle como por los años de actividad que ya lleva.

Lograste darle una nueva perspectiva, aún sin terminar, de la vieja caseta del pueblo.

Por eso, yo me pregunto ¿por qué? ¿Qué ha ocurrido para que este muro se levante a tu alrededor?
¿Por qué? ¿Qué te atemoriza? ¿Es que no sabes que no hay que preocuparse de las cosas, puesto que si tienen solución, ésta vendrá por si sola; y si no la tienen, no hay motivo de preocupación?

¿Qué ha sucedido para que se levante esta terrible muralla, que separa tu ser de tu yo?

¿Cómo puedo ayudarte a derribar esta pared, esta odiosa pared cuyo único fin es estorbar?

¿Quién se ha creído que es esta frontera, para interponerse entre tú y tú?

¿Cómo es posible que la vida te cambie tanto justo cuando no querías que cambiara? ¿En qué parte del contrato pone que a mitad del camino volverán a poner las barreras?

¿De quién es la idea de quitarte los pies cuando vas ganando la carrera?

¿Qué necesidad hay de apartarte de entre nosotros para ponerte al lado, pero a través de una pared de cristal?

¿Por qué?

Dime qué puedo hacer para sacarte de ti. Necesito que vuelvas a ti de nuevo, como siempre has sido y al mismo tiempo como nunca has dejado de ser. Porque debes saber que este muro, al igual que todos los que se hacen de ese modo, no tiene licencia de obra. Pero no es el Ayuntamiento, sino tú quien debe poner fecha y hora. Y aquí puedes hacerlo si tú quieres sin luz ni taquígrafos, por que en este caso no importa cómo se haga, sino que se haga. Y que se haga de una vez por todas. Sin más dilación.

Para que puedas volver a tu taller. Para que montes tu belén con clicks de famobil. Para que cantes el tachurubi y el villancico indio. Para que vayas a tu barrio a pasear un día cualquiera de esta navidad. Para que en la hoy desconocida ochava recuerdes las anécdotas de la purga del corazón. Para que sigas disfrutando de tu coche, aunque no le guste a Juan Luis. Para que puedas disfrutar de ti, de tu mujer y de tus hijos, de tu nieta, de tu hermano, de tu familia,

De una vez por todas ¡ABAJO CON EL MURO!

viernes, 26 de septiembre de 2008

Exterminio

Cuando se abalanzó sobre él, supo que con su muerte acabarían todos los suyos.

Desde que era pequeño siempre había prestado atención a todo cuanto le enseñaban sus mayores. Su padre, su madre, los hermanos de sus padres y también los padres de los suyos habían estado siempre pendientes de que aprendiera todo cuanto hacía falta para desenvolverse en la vida. Primero con los juguetes y posteriormente con las herramientas, podríamos decir que ya a sus 20 años era todo un experto, un artesano en todas las artes manuales.

Otra de sus aficiones era la caza. Su habilidad para orientarse con las estrellas lo hacía diferente de sus demás compañeros cinegéticos. Era especialmente brillante cuando buscaba las madrigueras de los grandes mamíferos y también sobresaliente a la hora de aprovecharse de las debilidades de sus presas. Conocía cada recodo, cada planta, cada piedra del coto de caza al que solían acudir cuando el tiempo no lo impedía.

Su amor por su familia era su auténtica pasión. Probablemente de forma prematura se enamoró de la chica más bella de su grupo. Pronto forjaron una relación que culminó con 2 preciosas criaturas, sobre las que estaban destinando todo su interés en transmitir todo el conocimiento adquirido. Para él, era una cuestión de familia que se conservaran las tradiciones que habían hecho que ellos y su gente fueran considerados líderes a lo largo de los años. Y con sus hijos no podía haber cambios.

Alto, fuerte, era el mejor corredor y un gran atleta. Capaz de lanzar jabalinas a más de 50 metros a mano, y a más de 500 utilizando el venablo; rápido como para cruzar un río de la talla del majestuoso Rin a nado en tan sólo 1 minuto.
Nadie se atrevía a retarle. Las pocas veces en las que alguien le había desafiado, éste había acabado revolcado por el fango, con menos dientes de los que tenía antes de la insensata lucha.

Si, podemos decir que él era el mejor, imbatible. Pero hoy no era el mejor de sus días. El terror recorría cada centímetro de su fornido torso. Sus dientes emitían la señal SOS con un morse de una claridad cristalina. Cada vez había menos huecos donde esconderse de aquella bestia. Y tenía que hacerlo. Debía conseguirlo si no quería que su destino fuese el mismo que el de su amada familia.
Desde su escondrijo divisaba la explanada donde de forma inhumana yacía los cuerpos inertes de todos sus congéneres. Pánico era sinónimo de su vida, reducida a la huida. Y sabía que tenía que continuar con vida. Pero la bestia era implacable. Finalmente, rastreó un hilo de sangre, sangre que se había hecho en un tobillo con el siempre fastidioso cardo.

Una vez encontrado, se abalanzó sobre su depredador haciendo acopio de sus últimas fuerzas. El primer combate, la huida, el pesar por la pérdida irreparable de sus seres más queridos, atenazaba su recia musculatura.
Pero aquella bestia no iba a detenerse ante nada ni nadie por conseguir su objetivo. Alzó su pétrea lanza, y con ojos inyectados en rabia e ira, la clavó con furia sobre el maltrecho cuerpo del pobre padre viudo de mujer e hijos. La bestia lo había logrado. Había acabado, de una vez y para siempre en toda la eternidad, con el último de los
HOMO NEANDERTHALENSIS.

Aquel macho de HOMO SAPIENS todavía se sentía orgulloso de haber acabado con aquel congénere, aquel representante de una especie tan diferente de la suya y al mismo tiempo con la que compartía más del 99% de su carga genética.

Cientos de miles de años después, otro grupo de bestias HOMO SAPIENS se han propuesto acabar con los demás grupos de HOMO que quedan. Ahora, el objetivo es PAN TROGLODYTES, el querido chimpancé, sin olvidar al resto de la familia HOMINOIDEA: gorilas, bonobos, orangutanes.

Esperemos que no suceda. Lamentablemente, el hombre tiene una memoria muy frágil para ciertas cosas.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

NADA-NIHIL-NOTHING

Al principio, no había nada. Algo muy oscuro podría haber sido descrito como algo, pero allí no había nada. El mero hecho de no haber-no ser ya era desconcertante. Es muy difícil describir la nada, puesto que todo el mundo, cuando se habla de ella, piensa en algo. ¿cómo se puede pensar en nada, si pensar ya es algo?

Cuando pensamos en la nada, generalmente a todos nos viene a la cabeza algo que es oscuro, muy oscuro. Tan oscuro, que no podemos distinguir si nuestros ojos están abiertos o no.
Pero al pensar en la nada, un terrible vértigo se asoma por debajo de nuestra barriguda barandilla. Nada es nada, y ni tan solo sirve una nada-oscura o una nada-negra. La nada no es ¿o si? Cientos de filósofos, un par de milenios y millones de letras han sido usadas para describir con la mayor exactitud posible la nada.

Pero ¿cómo puede algo que ‘no-es’ la nada ‘ser’? ¿acaso el mero hecho de ser no le quita directa e inmediatamente el propio hecho de nada? ¿se puede ser ‘nada’ al mismo tiempo que se es ‘nada’?

Hubo momentos en la historia en que nada estuvo ligado al propio idioma del ser pensante. Pero como definía con claridad pasmosa Aristóteles, el que no hay humanos, o lenguaje, no le quita a las cosas o a los animales sus atributos. Dicho de otro modo y utilizando un ejemplo, los perros no necesitan ser definidos y ni siquiera necesitan tener un nombre para ser perros. De hecho, ‘dog’ y ‘perro’ son el mismo animal, aunque éste no lo sepa. Y si el perro muere, la ‘perrez’ no desaparece. Todo el mundo sabe qué es un dinosaurio-lagarto terrible- aunque ninguno hayamos visto uno vivo.

Resulta que en otros idiomas, la nada si es algo. En la lengua de Shakespeare, la nada siempre es algo, incluso cuando se niega. En otros idiomas sucede lo mismo. Así que la humanidad, a lo largo de su historia, ha separado en dos ramas lingüísticamente hablando la existencia de la nada: los que afirman la existencia de la nada, como el inglés, o los que la niegan, como el castellano-que AFIRMO que es una de las lenguas de España, que tiene varias- que pretende que no exista aquello que teme. Por que no debemos perder de vista que el idioma, construido desde la cotidianidad y las vivencias de todos y cada uno de aquellos que usan uno en común, está muy influido por las creencias religiosas de sus gentes. Y por la importancia de las cosas dentro de la concepción del mundo y su distribución que tenga determinada sociedad.

Así, en los idiomas aborígenes de los esquimales, podremos encontrar multitud de palabras para definir los distintos tonos de blanco que tiene su mundo-no es lo mismo el blanco de la nieve recién caída que el de la nieve que ya lleva horas en el suelo, y tampoco de la nieve vista en cercanía o en lontananza. Y esta distinción de albos tonos no está presente en el castellano, y tampoco en el inglés. Mas nosotros si que tenemos multitud de palabras para definir la amplia gama de colores que si que tiene nuestro mundo: ocre, marrón, castaño, etc etc .

Luego la nada, como vemos, ¿es una invención de los hombres o ésta lo trasciende? ¿si no existiera la humanidad habría nada?¿acaso existe en el universo algo con una carencia total de materia? ¿o tan solo es una licencia idiomática para definir la ausencia de pensamientos, de actos, de sentimientos?

Bueno, el debate sobre la nada queda abierto. Espero no tener que decir “nadie ha comentado nada” en este artículo.


sábado, 6 de septiembre de 2008

Y se cierra el círculo

Recuerdo como si fuera ayer los veranos que pasaba en el pueblo natal de mi abuelo materno, Elías. Un pequeño pueblo situado en Soria y cuyo nombre hace honor a la belleza de los parajes que lo rodean: Valdenebro. Cuando llegábamos, a finales de julio, siempre teníamos las bicicletas puestas a punto por su mano experta. Los frenos, las zapatas, el hinchado de las ruedas… todo lo necesario para llegar y jugar-esto se reinventaría años después como “plug&play”-

Una anécdota que evoco con perfecta nitidez es la que sucedió cuando mi pequeña bicicleta amarilla pinchó una de sus duras ruedas de caucho. Como no tenían cámara, mi abuelo trató de repararla mediante costura con hilo de bramante. Supongo que no era su intención, pero cuando se atravesó la mano con la aguja, tuve la ocasión de escuchar unas blasfemias cuyo significado averigüé años después: “me cago en todo lo que estudie” “copón bendito” “la órdiga” Finalmente la bicicleta no pudo ser reparada y me compraron otra. Debo destacar que no fue una cuestión meramente de capricho, sino que la bici se me quedaba ya pequeña.

Años más tarde, y ya en mi casa, mi padre tenía una caja de herramientas de plástico naranja, con la que siempre andaba arreglando cosas rotas y fabricando otras nuevas. Muebles, sillas, mesas, armarios y un sinfín de menaje del hogar. Dentro de la caja había una pequeña pieza negra, con 6 pequeños orificios con una utilidad indefinida. El misterio se cernía a mi alrededor. Hasta que llegó el momento y se me ocurrió la feliz idea de preguntar a mi padre por la famosa cajita: papá ¿para qué sirve esto? Hijo, esto que tienes en la mano sirvió en su día para hacer música.”
“No entiendo” Fueron mis palabras. Entonces, mi padre-siempre atento conmigo- me explicó cómo había conseguido fabricar con sus propias manos una auténtica guitarra eléctrica.

Inmediatamente, me propuse el reto fue reproducir la hazaña. Comencé a recuperar piezas, a buscar medidas y cotas, modelos. Me desplacé a Madrid a por varias de ellas; otras fueron diseñadas y cortadas por un amigo de la familia que tiene un negocio de maderas. Finalmente, en el paraje conocido como “la fuente de la zorra”-otra vez en Valdenebro-pinté y terminé la guitarra eléctrica. Había logrado el sumum de la tecnología, todo ello sin tener idea de fabricar instrumentos.

Ahora, pasado el tiempo y cuando ya mi abuelo nos contempla desde otro punto de vista, ocurre que se repite la historia. Mi padre se preocupa de las cosas que le atosigaban a mi abuelo. A mi me conciernen los problemas que antaño fueron de mi padre. Y mi hija, que progresa adecuadamente con el idioma de los adultos, observa cómo yo arreglo su bici, cómo mi padre trabaja en su taller, y cómo su madre hace las mismas cosas que hacía la mía.

Yo, desde mi atalaya, contemplo la escena y pienso ¿cuánto tiempo me quedará a mí para ser el siguiente habitante de las torderas? Espero que reparar pinchazos de bicicleta no sea la señal de que ha llegado mi hora. Mientras tanto, el sol ha iluminado el taller del pueblo a través de las tejas y gracias a ello, mi hermano ha encontrado el tapón de la rueda de la bici que perdimos cuando aún necesitábamos rodilleras para evitar teñirlas de rojo.



jueves, 24 de julio de 2008

KRATOS>DEMOS

Ella siempre había creído en la democracia. Por eso, no podía entender a cuento de qué venían esas caras, esos comentarios.

Todo comenzó aquella tarde fantástica, en la que un sol radiante luchaba frágilmente contra los sabañones típicos del frío invernal. La niebla matutina se había disipado dando fe de la validez de la sabiduría popular en forma de refrán: “mañanita de niebla, tarde de paseo”

Fue caminando hasta el lugar señalado. Esa tarde iba a intervenir por primera vez. Había estado semanas preparando su discurso. Midiendo cada palabra, contando las veces que aparecía la palabra “no” para sustituirla por frases que evitaran connotaciones negativas. No quería levantar ninguna suspicacia, sino que pretendía ayudar con lo que siempre había escuchado que hay que hacer las cosas: con la palabra.

Comenzó la intervención de su líder. Durante más de media hora, fue explicando y desgranando toda su acción de gobierno, destacando aquellas cosas que más le parecían. Explicó la duración de sus obras, detalló los pormenores de sus mejores proyectos, añadió sus diseños de vanguardia para los años que estaban por venir. Finalmente, con la mejor de sus sonrisas, indicó a su audiencia que estaba encantado y dispuesto a recoger sugerencias que le ayudaran a mejorar su gestión.

Su pulsó se aceleró. Una gotita de sudor caló su discreto pendiente dorado, oculto por su larga cabellera negra. Pero no se amilanó. Cuando se pidió la palabra, ella levantó su brazo izquierdo con firmeza. Fue la primera en pedirlo. Sin darse cuenta, cuatro o cinco palabras más fueron pedidas mientras ella se dirigía al estrado a desgranar su intervención. Ni siquiera sabían quienes habían solicitado intervenir tras ella.

A lo largo de los cinco minutos de tiempo de que disponía, apuntó tres detalles a la gestión de su líder. Tres detalles que además, no había descubierto ella. Eran tres detalles de los que se escuchan en los mercados, en las cafeterías, en los parques. Tres detalles que provenían directamente del pueblo a quien decía representar su líder.

Una vez finalizada su intervención, no sin antes ser urgida para ello por quien dirigía la reunión, se sucedieron las palabras de los otros asistentes. En cuanto se hubo sentado, se dio cuenta de que ninguna de las intervenciones hacía mención al contenido de lo que había dicho, sino que por el contrario la citaban a ella expresamente: que cómo se atrevía, que quién se había creído que era para decir esas cosas y ahí, en ese lugar-como si hubiera otro lugar más adecuado para decirlo- que no se esperaban precisamente de ella que fuese a intervenir de ese modo, que menos mal que el tono no había sido duro, porque de lo contrario quizá tendría que pensarse seriamente su pertenencia a aquel grupo...

Salió totalmente descorazonada. Todos los pilares básicos, sus creencias más sólidas, caían como cae un castillo de naipes en el que se pose una mosca. Se quedó totalmente muda, sin poder articular palabra.

Taciturna, abandonó el lugar cabizbaja. Mientras caminaba hacia la parada del autobús, pensaba una y otra vez y trataba de entender qué es lo que había ocurrido aquella tarde, entre quienes consideraba sus iguales y en el templo de la palabra. Y aquella noche, se acostó sin saberlo.
No se había dado cuenta de que KRATOS siempre fue mas grande que DEMOS. Y aquel día, lo aprendió. Para siempre.

viernes, 18 de julio de 2008

Viajes interestelares

Siempre había querido tener el mando de un crucero estelar. Desde pequeña, toda su vida se había encaminado firmemente por la carrera espacial. En su familia, la vida explorando había sido una constante desde hacía más de 3 siglos.

Desde que en el siglo XIX su tatarabuelo, duque de Ahumada fundara el Benemérito Cuerpo, pasado por su abuelo, Teniente Coronel del cuerpo de exploradores del Ejército de Tierra, y luego su padre, primer hombre en pisar suelo marciano y finalmente su hermano mayor, ingeniero inventor del motor gravito-magnético-capaz de generar un vacío gravitacional alrededor de los vehículos y gracias a ello, impulsarlos a velocidades mayores que las de la luz-quedaba claro que la exploración no podía ser definida sin ellos.

Por eso, aquel día estaba radiante. Su traje de gala le quedaba como un guante hecho a medida, y su pelo castaño y liso brillaba casi tanto como el viejo sol terrestre. Cuando recogió el sobre de instrucciones, apenas pudo oír el sonido del transporte, que la llevaría a su crucero estelar “Aquiles”.

Tenía claro por donde iba a empezar su exploración. Sabía, por las enseñanzas familiares, que en la vieja Tierra usaban un sistema de comunicación a distancia rudimentario, pero eficaz cuando un pulso electromagnético procedente de una explosión nuclear había aniquilado todo tipo de tecnología. Este viejo sistema era conocido como MORSE-por que así se apellidaba quien lo inventó-de modo que iría allí y trataría de conseguir un equipo completo en alguno de los museos existentes en la Congregación de Naciones.

Una vez conseguido, pondría su nave rumbo a la cercana galaxia de Andrómeda. Tenía que ayudar a aquella raza de seres que habían descubierto en su anterior misión. La explosión de su cercano sol había destruido prácticamente todo vestigio de su raza. Las máquinas que antaño les sirvieron para establecer el primer contacto, ahora solo eran chatarra. Tenía la esperanza de que el viejo MORSE le ayudara a encontrar supervivientes. Y el reloj corría en su contra.

Cuando por fin encontró el único núcleo de seres vivos, apenas le quedaba oxígeno en su traje protector. Tan solo había espacio para 20 en el transporte, y no tendrían una segunda oportunidad de volver, pues el resto del antiguo sol crecía a pasos agigantados amenazando con tragarse el planeta. Asi se portaban las estrellas cuando acababa su ciclo: llevándose consigo todo cuanto podían.

Una angustia invadió su cuerpo cuando el reloj de alarma se encendió con ese color morado tan temido: el agujero negro estaba a menos de 300.000 kilómetros de su posición. Esto significaba el fin en menos de 1 segundo.

Sin embargo, cuando despertó, el dinosaurio aún seguía allí.

lunes, 14 de julio de 2008

SENATVS POPVULVSQVE ROMANVM

Un caleidoscopio multicolor se abría bajo sus pies. La vista en el horizonte, semejante a un tapiz persa, fulguraba tenuemente. El aire, caliente, dejaba sus aguas ante los ojos rojizos. Los campos, cubriendo la tierra como una piel, ondeaban siguiendo su perfil. Cientos de pequeñas columnas de humo saludaban tímidamente en la lejanía.

Le había costado mas de 10 años llegar hasta allí. Años de esfuerzo, de sufrimiento, de estudio, de reflexión. Años de formación, de entrenamiento, de férrea disciplina. No había tenido ninguna ayuda. Siempre había trabajado solo, a modo de autodidacta, y él mismo había logrado forjar su manera de ser. Luchando contra todos y contra todo, desafiando a las mismas leyes de la naturaleza.

Ahora, ante si, se agolpaban los pensamientos. Tras el último esfuerzo, ya no tendría que volver a pasar por ello. Ahora, todo sería volver a la ciudad, a la civilización tantas veces ansiada y siempre defendida. Podría dedicarse exclusivamente a escribir y a enseñar, sus verdaderas pasiones. Multitud de oportunidades pasadas y perdidas de dejarlo todo y dedicarse a ellas volaban ante sus húmedos ojos. Ya no tendría que preocuparse de otros, de sus envidias, y de que en cualquier esquina le esperara el frío acero. Ya no tendría que pensar que todo podría acabar en un segundo.

Ahora podría cambiar de forma de vestir, aliviado por haber dado fin a tan ardua tarea. Podría buscar pareja, tener una familia. Podría tener hijos, ayudarlos en su camino por la vida, darles lo que él nunca pudo tener.

Sabedor de que las vidas de miles de hombres dependían de sus decisiones, una vez más tomó la que era correcta. No lo dudó, y cuando los estandartes de su poderosa legión avanzaron, supo que había acertado. Una vez más.

Una vez más, Julio César logró su triunfo. Britania ya no sería nunca más una isla de bárbaro. Ahora formaría parte del Imperio, el mas grande sobre la faz de la tierra. Y él, por fin, entraría en el olimpo.

viernes, 4 de julio de 2008

Basado en hechos reales

Llevaban poco tiempo casados. Se habían comprado un piso nuevo en una de las vecinas localidades dormitorio cercanas a la gran ciudad. Lo habían amueblado con ilusión, como siempre hacen las cosas. Hasta tenían un rincón de la casa forrado en madera, muy acogedor, preparado para las veladas que a menudo disfrutaban solos o en compañía de sus muchas amistades.

Por fin habían decidido ser padres. Era la culminación a un proyecto común. Una nueva posibilidad de cambiar las cosas, el mundo incluso, se abría ahora ante ellos. Ahora podrían depositar en esta nueva vida que llega todas las cosas que apreciaban y obviar las que detestaban, con el único propósito de hacer mejor las cosas. Mejor al menos que lo que ellos consideraban que habían sido sus educaciones.

Ni por un momento pudieron imaginarse lo que estaba por venir. El humo hacía círculos mientras salía de la pipa de aquel doctor barbudo. Parecía un gigante cuando dijo aquello de: “este niño necesita un corazón o morirá sin remedio” En aquella época se fumaba en los hospitales, lo que le daba a los grandes catedráticos de medicina un aura especial, un toque etéreo y místico de figura omnipotente que tenía a Dios como criado.

El mundo entero se vino abajo. No podían ni por un momento imaginar porqué les trataba con tanta crueldad la vida. ¿qué habían hecho mal? Se preguntaban sin cesar mientras se miraban a los ojos tratando de buscar más allá de sus recíprocas pupilas la solución a esta terrible sentencia de muerte.

El doctor fue también muy claro cuando habló de la solución. “Podría salvarse en 15 días, y sin secuelas o efectos secundarios, si ustedes autorizaran la terapia génica”

El desconocimiento de las cosas es amigo de la valentía, y asintieron sin pensarlo dos veces. “¿dónde hay que firmar?”, preguntó el padre, secándose las lágrimas de las enormes solapas de su nueva camisa de cuadros-era lo que se llevaba- “¿qué tenemos que hacer?” preguntó ella entre sollozos.

“¡Oh, es realmente sencillo!” Tan solo tiene que donarnos uno de sus óvulos, señora. Entonces, lo vaciaremos y llenaremos con el ADN de su hijo enfermo. Posteriormente, seleccionaremos las cadenas precisas para crear un corazón idéntico al suyo, pero sin defectos. Este proceso dura aproximadamente 7 días. A continuación, operaremos a su pequeño para sustituir su dañado corazón por este nuevo. Y será totalmente compatible y no habrá ningún problema de rechazo. En quince días, como les dije antes, podrán estar los tres en casa”

Oyendo estas palabras pensaron que estaban en uno de esos sanatorios como el que había en Ciempozuelos. ¿Cómo era posible que el doctor les planteara esa locura? Sin embargo, no había otra solución. El tipo sanguíneo del pequeño era tan extraño e inusual que lo hacía inviable como receptor de un corazón de donante. Y su edad complicaba aún más las cosas. La única solución era la terapia génica, también conocida como “células madre”

Su fe se tambaleó como si un terremoto de escala 8.9 Richter hubiese golpeado el mismo centro de la Tierra. Fieles creyentes, cada domingo escuchaban al párroco explicar el amor de Jesús por la vida, condenando a aquellos a los que se les ocurría suplantar a Dios y matar a sus congéneres. Al mismo tiempo, el párroco censuraba con vehemencia los avances científicos y especialmente los médicos, aduciendo que eran cosa del diablo, y tachando de posesos a quienes los investigaban y de pecadores a quienes se aprovechaban de ellos. Según él, nadie podía disponer de la vida del prójimo; ésta era una tarea exclusivamente de Dios.

Aquel domingo no fueron a la iglesia. A pesar de la cercanía a su casa, tenían cosas más importantes que hacer. Las cajas guardaban la ropita que con tanto cariño habían comprado para su bebé. La cuna había vuelto a su caja de cartón, que aún estaba en casa porque no hacía ni 3 días que la habían montado. Estaban preparados para respetar sus creencias.

Esa noche fue difícil conciliar el sueño. La decisión estaba tomada. No habría ningún juego a ser Dios. Si este había decidido llevarse a su pequeño, asi sería. ¿Quién se habían creído ellos que eran?. Estaban desafiando Su mismísima Autoridad. Y lo pagarían caro. Los diablillos ya echaban fuego a la hoguera infernal, y dos lechos con sus nombres fueron grabados con lava.

A la mañana siguiente, se levantaron silenciosos. El café de 4 días y una galleta más bien pasada fue lo único que desayunaron. En silencio, se dirigieron al hospital. Tomaron su coche y fueron hacía allí, sin hablar, sin oír siquiera la radio. En silencio se bajaron, tomaron el ascensor y se dirigieron al despacho del doctor. La decisión estaba tomada.

“Doctor, hemos tomado una decisión”- “antes de que me la indiquen, quiero recordarles que aún tienen tiempo para pensárselo mejor. Disponen de 3 días” Se adelantó el médico.
Pero ella fue tajante. “No. No esperaremos ni un segundo más." Durante la noche había recordado los versículos 13 al 25, del capítulo segundo del evangelio según San Juan, cuando Jesús expulsa a los mercaderes y cambistas del Templo de Jerusalén. Y se imaginó a ella misma expulsando al párroco de la iglesia, por ser tan mercader como aquellos, más preocupado por el cepillo que por las almas de su congregación, y tan cambista, capaz de cambiar la salvación eterna por unas monedas.

“proceda cuando quiera a salvar a mi hijo” No tenemos ninguna duda.


Este relato está basado en algunos hechos reales y tiene, naturalmente, ficción. Pero invito a todos a pensar qué haríais si tuvierais que enfrentaros al hecho de que sólo la terapia génica salvara a uno de vuestros seres queridos o a vosotros mismos.

Yo lo tengo claro.

lunes, 30 de junio de 2008

¡En menudos charcos se mete!

Resulta que siempre actúa al contrario de cómo dice que lo hace. Quien practica esta virtud, es generoso. Y nada mas lejos de la realidad. Incluso llegó a chantajear a los ayuntamientos para que cedieran-vulgo regalaran-suelo público y así poder adjudicárselo a sus amigos alienadores de niños-y niñas, que aquí las aulas no son mixtas-. Ella, siempre tan “generosa” a cambio construiría los colegios o institutos públicos tan necesarios como deseados en el ayuntamiento que se plegara a sus deseos. Y todo esto, camuflado ante los ojos de la opinión pública, como una “mejor y mayor oferta educativa a los padres y madres de la región”

Quien practica esta virtud, también es comprensivo. Todo lo contrario, por más y más datos fehacientes y reales, constatables, mensurables, plausibles no fue capaz de aceptar que en Torrejón de Ardoz hace falta un hospital que de servicio a sus vecinos. Y finalmente, cuando el agua le llegaba al cuello, tuvo que prometerlo, sopena de no obtener los votos deseados.

Esta virtud es la liberalidad, o lo liberal, como prefiráis. Y me refiero a Esperanza Aguirre, que dice que es liberal cuando sus obras afirman precisamente todo lo contrario. Y su lista de “liberalidades” se ha visto estos días más reforzada aún si cabe.

A su querido amigo y protector mediático, Federico Jiménez Losantos-CADENA COPE- lo ha dejado en la estacada en su reciente juicio. Él-liberal de toda la vida- que pensaba que ella apoyaría sus locas tesis sobre la “libertad de expresión”.

A su siempre defendido exconsejero de Transportes Manuel Lamela, artífice del desastre de Leganés y el problema con las sedaciones en enfermos terminales-son las cosas que pasan cuando se hace caso de informes y denuncias anónimas- ahora resulta que le sobra. Ella, que lo había mandado a la Consejería de Transportes para ver si así conseguía cargarse las redes de metro y de cercanías y finalmente, los ciudadanos de Madrid apostábamos por las autopistas de peaje, esas que son de las que “ el que quiera usar la carretera, que la pague”

A su querido exconsejero de Justicia Alfredo Prada, cuyo cese ha sido menos meditado que el beber agua. Pobre, no le ha dado tiempo a desmantelar el maltrecho sistema judicial de la región. Ahora tendrá que poner a alguien para que lo extermine. Eso si, antes de las elecciones de 2011, para no tener n
ada que destruir en la siguiente legislatura.

A Gador Ongil, exconsejera de Familia y Asuntos Sociales, que ha sido un magnífico muro entre las necesidades de miles de madrileños dependientes y la ley de dependencia y sobre todo, los recursos procedentes del gobierno central.

Lo peor de todo es que no ha cesado a su departamento de propaganda, mentiras y manipulaciones. Por lo que me temo que tendremos Esperanza Aguirre en el gobierno regional para rato. Por que al pueblo, al administrado, resulta que le gusta esta mujer. Resulta que el pueblo se cree que es cierto que el que quiera usar una autopista, que pague por ella. Resulta que el pueblo se cree que el médico es mejor el privado porque así no hay extranjeros;
y lo mismo le pasa al pueblo cuando le hablan del colegio de los niños: que se cree que es mejor uno privado para que sus hijos no se junten con “chusma”
La ley de Dependencia no se desarrolla porque Esperanza Aguirre no quiere. Pero su departamento de propaganda, mentiras y manipulaciones hace creer a muchos que es Zapatero el malvado masón el que no quiere ayudarlos.

El prometido hospital para Torrejón es, por ahora, como lo era Armada en Zarzuela el 23-f, que ni está ni se le espera. Las plazas de escuela infantil, ahora se multiplican gracias a su mierda de decreto aprobado con el rodillo parlamentario. Pero lo que no se multiplican son los fondos destinados a ella, ni los requisitos mínimos para atender menores de 0 a 3 años.

Podría estar mucho mas rato hablando de sus logros y de su "liberalidad" pero si os fijáis en ella, veréis que lo hace cada día mucho mejor que yo.

Y eso que es liberal. Que si llega a ser de derechas...

Por cierto, buscad en el diccionario de la RAE, a ver lo que dice que significa “liberal”

jueves, 19 de junio de 2008

Lo pequeño se hace grande

Estos días ando bastante liado con el montaje de la caseta de la peña a la que pertenezco. Se trata de una de las peñas con mas solera de Torrejón: la peña los Calderos. Aún recuerdo cómo se fraguó la misma.

Cuando era pequeño, solíamos ir a pasar los sábados o domingos del verano a la piscina Lucky Star del vecino municipio ducal de Loeches. Entonces, varios de los amigos de mis padres junto con sus hijos nos acompañaban. Recuerdo nítidamente ir con mi padre a la vieja casona de puerta verde que había en la calle Manuel Sandoval a comprar hielo en bloque. Entonces no había esas máquinas que hacían cubitos y las ponían en las gasolineras. Luego lo llevábamos a casa y metíamos en una vieja nevera amarilla. Esta nevera tenía que ser cerrada con pulpos en lugar de sus propios cierres, pues mi madre metía tantas cosas todas ellas riquísimas que no había otra manera de transportarlo sino así.

También teníamos que cargar con las butacas reclinables para tomar el sol, que eran rojas y blancas y pesaban un motón para un par de muchachos de 9 y 7 años. Estos días de verano, de “voyage voyage” escuchado bajo el agua, de sol y polos colajet- siempre buscando el palo para tomar otro gratis- fueron propicios para que naciera la peña. Se barajaron muchos nombres, como “las tortugas” pero al final, mi tío Pepe pensó que podíamos tomar los calderos que definen a nuestra ciudad según su blasón y llamarnos “los calderos”. Parece ser que la calderera era una industria boyante en Torrejón siglos atrás.

A lo largo de los años, la peña fue definiéndose como lo que es hoy: un grupo de amigos sólido y estable, con vocación de hacer cosas grandes. Y una de las cosas grandes que siempre ha hecho han sido las casetas para las fiestas populares.

Entonces, cuando nació allá por el buen 1984-menos mal que Orwell equivocó la fecha. El gran hermano tardará algo en llegar- las peñas no tenían un lugar estable, y cada una hacía lo que podía. En lo que hoy es la cafetería Jayma de la calle los Curas había un gran corralón que un día fue lugar de alegrías, vino y jolgorio. No recuerdo el nombre de aquella peña, pero seguro lo pasaban en grande.

Poco después, el ayuntamiento montó unas estructuras metálicas a modo de Partenón griego, pero con menos columnas. Y prestaba a cada peña el espacio para que durante los días de las fiestas, montasen allí su lugar de ocio y pudieran darse a conocer a los demás vecinos. Nuestra peña pensó que sería bueno hacer algo diferente, y comenzaron los diseños de casetas espectaculares. La caseta del oeste, con sus puertas abatibles y el “saloon” colgando sobre nuestras cabezas; la casa china, con sus farolillos rojos y tejados con aleros puntiagudos; la choza de la selva, con sus paredes de caña; el miedo, con la capa de drácula dando entrada al valiente; La Santa María, que nos llevó a todos de nuevo hasta Guanahaní en el 92;

Me gusta considerar-todo ello de forma muy personal- a estas casetas como una primera fase. Todo se montó en el entonces conocido como Campo del Afa o incluso “campolafa”. Cuando las peñas se trasladaron al recinto ferial, donde están ahora, vino lo verdaderamente grande. Aquí construimos una réplica cómica del templo de Debod, pero donde no faltaba las puertas dinteladas y tampoco las esfinges tetudas. Revivimos la gloria del Cid con un majestuoso castillo de imponentes torres del homenaje. Un faro guió nuestro rumbo hasta alegría total. Un circo nos hizo reír junto a los payasos.

Y ahora estamos con una discoteca de la era dorada. De la época de Nasville Nash, de Cool and the Gang, the Bee Gees, de Tony Manero. Y entonces es cuando lo pequeño se hace grande. Son pequeñas cosas, muchas veces retales de otras que un día fueron útiles, pero que engrandecen a la peña, y también a quién como yo la lleva dentro. Y a mi me toca la parte eléctrica y sonora. Es una responsabilidad saber que de mí dependen las cervezas frías, los pinchos morunos, los montaditos de lomo, la fiebre del sábado noche. Todo ello pasará por mis manos para que esté listo y en marcha. Tan solo son cables, podréis pensar. Y es verdad, que solo son cables. Si fuera otra cosa, no se de dónde sacaría esos preciosos 220 voltios tan pegajosos que animarán los serpentines, las cámaras, la luz del baño.

Es algo difícil de explicar. Pero creo que yo lo he hecho ya. Y quién quiera más explicaciones o aclaraciones podrá preguntármelo en directo estos días. Del 20 al 24 de junio. En el recinto ferial, en la caseta de la peña los calderos.

jueves, 12 de junio de 2008

Infinito

Miraba con ojos angustiados hacia todas las flechas que marca la rosa de los vientos. Una potente luz brillaba, mas no era el sol. A duras penas podía mirar hacia el cielo para tratar de averiguar de dónde provenía aquella luz, pero no conseguía distinguir nada, y nada es lo que había.
Se acercaba hacia el norte, se aproximaba el horizonte, pero tan solo la llanura yerma esperaba cada vez más lejos. Decidió probar hacia el sur, donde siempre se espera la alegría. Pero allí tampoco había nada. Ni un rastro de bares con palmeras, combinaciones con palmerita o bailarinas con ukelele para decirle “aloha” al tiempo que le colgaban el collar multifloral.
El misterioso Oriente le tentó, y se arriesgó abandonando el sur. Ninguna de las casas con aleros en eterna plegaria estaba alli para darle cobijo. Los farolillos rojos parecían una bruma en sus sueños. Ni siquiera la Gran Muralla, tantas veces oída y siempre anhelada le impedía continuar. En el Misterioso Oriente tampoco había nada.
Recordó entonces las aventuras de los siglos XV y XVI. Tornó hacia el lejano Oeste. Los ferrocarriles “caballo de hierro” echaba humo en su cabeza, al tiempo que los plumados penachos sioux esperaba agazapados para preparar la emboscada y quitarle los pocos víveres que consigo portaba. Tampoco escuchó las trompetas del siempre oportuno Séptimo de caballería. Custer llevaba tiempo descansando con sus botas puestas.
Nada. Había recorrido todos los puntos cardinales y seguía sin encontrar nada.
Pero una extraña fuerza le obligaba a proseguir la Gran Búsqueda. Trató de indagar aun más, de llegar a donde nadie había llegado antes. Y entonces cambió un poco la posición. Se apuntó a la expedición Amundsen al polo norte, con la esperanza de ganar esta vez a Peary. Pero no encontró a ninguno de los dos. Ni siquiera a los siempre bravos perros husky. Ni rastro del campamento base.
Probó fortuna con el polo sur, pero tampoco. No pudo salvar a Amundsen. Aunque esta vez sí había ganado su carrera en ser el primero, no pudo salvarle. Lo único que pudo hacer fue imaginar su victoria, clavando la enseña noruega en el duro y frío suelo antártico. Tampoco encontró nada aquí.
Tan solo le quedaba buscar en el techo del mundo. Buscó y buscó, y cuando por fin creyó haber encontrado a Hillary y a su inseparable Tsensing, todo se desvaneció. Ni tan solo el celebérrimo abominable hombre de las nieves estaba allí para devorarlo. En aquellas montañas no había nada.
Cuando volvió a su punto de partida, trató sin éxito de hallar la razón por la cual no había nada. Y seguía sin haber nada.
Nunca se dio cuenta hasta entonces de que no había nada porque nada podía haber en un folio en blanco. Tan solo la imaginación del escritor, ora tocada por las musas ora dejada en la estacada. Y sin ella, no había nada. Nada que encontrar, nada que decir, nada que escribir...
¡Qué grandes son los folios cuando no se te ocurre nada que escribir!

jueves, 5 de junio de 2008

El gran concierto

Tengo la suerte de contar entre mis familiares con 2 músicos. En el pleno sentido de la palabra. Porque músico es el que hace música ¿no? –ver RAE- El caso es que los dos llevan más de diez años dedicados a la música. Su estilo es claro, sencillo, melódico, sólido, contundente, pegadizo, inmemorial.

Uno de ellos comenzó en los tiempos del instituto. Su primera guitarra tenía nombre de marca de automóviles, y tenía un sonido peculiar. Sobre todo cuando la conectaba al viejo amplificador INTER stylo 30- otra maravilla restaurada fruto de mi esfuerzo electrónico-. Cuando sonaba algún acorde y acercaba el instrumento a los altavoces, se producía el efecto doppler, con la inesperada y a la vez deseada consecuencia de que se distorsionaba el sonido y se acercaba a lo tocado por las más conocidas bandas de rock.
Después vino la primera guitarra española, la primera academia de música y el primer concierto: en la extinta discoteca Bachatta y con la banda KARISMA. Todo un éxito. Y con sólo 17 años.

El otro comenzó probablemente mucho antes, en los tiempos del colegio. Se juntaba con amigos de clase en su casa, metidos en su pequeña habitación de camas plegables y comenzaban los ensayos. Su hermano aporreaba una caja de madera, de esas que solían usar los pescaderos antes de que alguien les engañara con el porexpan. Con esto conseguían la batería. Uno de los amigos daba pellizcos a las cuerdas del bajo negro que tenían recién comprado. Y él se dedicaba a cantar a Osiris, dios de los muertos. TOTEM se llamaba aquella banda de rock. De los tres amigos, tan sólo dos continúan en esto de la música.
Uno de ellos es compositor de artistas de reconocido prestigio y máxima actualidad. Y mi familiar prefirió tener su propia banda . Su primer concierto tuvo lugar a sus 16 años en una abarrotada plaza de su pueblo. Años después repetiría llenazo, pero esta vez en el campo de fútbol y como teloneros de Celtas Cortos, nada menos. De aquellos días aun queda el recuerdo de la ciudad que les vio nacer a ambos, que les acogió y que les llenó de público los conciertos: “ es Torrejón...”

Ahora, “diez años después” vuelven a la carga. El tiempo ha pasado y finalmente, ha unido sus trayectorias musicales para elaborar un proyecto común. El que comenzó con la guitarra ahora se encarga del bajo. Y el otro sigue cantando, pero ya no a Osiris. Esta vez hay temas de transfondo social. Nuevamente Torrejón alojará a este par de músicos y a su banda. Nuevamente, volveremos a vibrar con sus canciones. Nuevamente, la magia de la música fortalecerá nuestra fraternal amistad. Nuevamente sabré, que estando como estoy tan cerca de sus corazones, la música sonará diferente para mi. Sólo yo podré disfrutarla como nadie más podrá. Y nuevamente, será el concierto del siglo.

¡Arriba!

Por cierto, el concierto será este sábado a las 20 horas en el recinto ferial de Torrejón de Ardoz. La banda es Rockside. Por si queréis acudir.

martes, 3 de junio de 2008

Reparar o desechar

¿Alguna vez os habéis preguntado a dónde irá a parar toda la basura no orgánica que generamos? Me refiero a la multitud de cositas y cosas que son tiradas diariamente a la basura- para mi artículo no haré diferencias sobre si se tiraron en el punto limpio o en la calle- sin ninguna impunidad.

Llevamos varias décadas desprendiéndonos alegremente de todo aquello que no nos es útil, sin preocuparnos de su posible utilización por otras personas o incluso por su reciclado. Hace unos años encontré tirados en la calle un buen par de altavoces para frecuencias agudas- también conocidos como “tweeter”- y a mi me pareció casi milagroso. Sin pensarlo los llevé a casa y desmonté. No tardé en averiguar cual era la avería que les había llevado a tan inmundo lugar y los reparé. Entonces, bajé al Ford Fiesta 1.1 ghia que usaba yo por aquel entonces-con el permiso de mi madre, verdadera dueña del coche- e instalé los altavoces. El pobre radio casette estéreo MX-Onda parecía otro. Nunca supuse cómo unos buenos altavoces pueden convertir la fuente sonora más humilde en el más precioso de los equipos de alta fidelidad. Y todo, partiendo de productos encontrados en la basura, desechados como inútiles.

A donde quiero llegar es que este ritmo de destrucción/compra de aparato nuevo para sustitución es insostenible. Con los materiales plásticos con que se fabrican todo tipo de aparatos que luego son desechados sólo se contamina. Su tratamiento es realmente costoso. Y sin embargo, muchas veces estos aparatos pueden seguir dando servicio, y desde luego, pueden estar en sitios donde no contaminen. Además, cuando reparamos un aparato, en lugar de comprarlo, contribuimos a que se fabriquen menos unidades de productos nuevos. Que conste que no estoy en contra de la investigación y del desarrollo tecnológico, todo lo contrario. Pero creo que nosotros como sociedad deberíamos cambiar nuestra mentalidad.

Recientemente, Hewlett Packard hizo completamente imposible que yo reparara mi impresora de su marca, por una pieza similar al martillo de los oídos de los seres vivos y cuyo coste no es superior a 3 €. Pero hete ahí que HP no quiere vender repuestos. Ellos prefieren que compres otra impresora, cuyo coste medio puede ser de 80€, a que repares la tuya. Esto llevará a que la tires a la basura o al punto limpio, y a que con ello haya otro trasto inútil tapando y contaminando la tierra. Siguiendo mi apuesta por las reparaciones, toqué todos mis hilos y finalmente, conseguí encontrar una empresa donde me vendieron la pieza defectuosa-realmente compré una impresora como la mía, pero rota- y reparé mi impresora. Con los restos de la impresora “donante de órganos”, hice lo que yo mismo propugno: se los dejé a la empresa para que otra persona pudiera aprovechar las piezas, en lugar de tirarla por inútil.

Continuando con mi apuesta, he reparado varios aparatos que no son baratos precisamente, pero he evitado que fueran a parar a donde nadie los necesita: un manos libres bluetooth para mi coche-que por cierto funciona perfectamente-, una PDA con la pantalla táctil rota, una mini cadena de música, un tocadiscos, un decodificador para Televisión Digital Terrestre TDT, un reproductor de DVD/VHS, varios de ordenadores, etc, etc. La lista es bastante larga.

La alternativa habría sido más consumo, más desechos, más degradación del medio ambiente. Por que todos estos aparatos eran necesarios y si no hubiesen sido arreglados, habría tenido que comprarlos.
Aunque yo tenga la suerte de poseer el conocimiento y los medios para reparar todas estas cosas, también están las tiendas dedicadas profesionalmente a ello. Tiendas que recomiendo a quienes no puedan hacer por si estas reparaciones pero que si compartan la necesidad de cuidar nuestro medio ambiente y nuestra economía. Porque a igualdad de precios, entre reparar lo usado o comprar lo nuevo, sin duda alguna me quedo con lo usado.

¿y vosotros?

jueves, 29 de mayo de 2008

El chivato

Érase una vez un Juzgado de lo Penal. En el banquillo de los acusados, permanecía quieto como una estatua. No paraba de repetírselo una y otra vez dentro de su cabeza. "¿qué hago aquí? Yo soy la víctima. Con esas faldas y ese escote, no hacía mas que provocarme" La culpa la tiene ese maldito trepa, que es un chivato."
Por la otra parte, tan solo estaba la fiscal. Era una causa de oficio, puesto que la acusación particular se había retirado, al desdecirse los testigos propuestos por la ex-empleada "contrariada". La fiscal trataba de recomponer la acusación en base al supuesto chantaje al que durante años había estado el acusado sometiendo a la víctima. Años intentando acostarse con ella, tratando de satisfacer sus más bajos instintos con una de sus empleadas, olvidando por completo la familia de 3 niñas y esposa que pacientemente le esperaban en casa.
Pero él era un buen padre-se decía el acusado- y tan solo quería hacer lo que hace todo el mundo: echar una canita al aire.
Su víctima, de mediana edad, harta ya de los abusos, los toqueteos, de que su jefe quisiera subirla el sueldo si ella se bajaba la falda, de pasar de ser la directora de recursos humanos a terminar en la conserjería sentada y sin mesa, por fin había decidido poner fin a esta tortura psicológica.
Había hablado con muchos de sus compañeros de trabajo de lo que la sucedía; por desgracia, no era la única "afortunada" a quién el jefe quería subir el sueldo a cambio de "trabajitos extra". Más de una chica había tenido que abandonar la empresa, al no querer someterse a los perversos deseos de su jefe. Finalmente, la mayoría de los colegas había sido testigo directo de los toqueteos y las insinuaciones más marranas.
Consiguió que el director de ventas declarara en su favor. Había trabado una especie de amistad-si es que en el mundo laboral pueden surgir estas cosas-con él, como consecuencia de las múltiples entrevistas de candidatas a ocupar las sucesivas vacantes que la lujuria de su jefe provocaba.
Él se lo había pensado mucho. "No le gustaba ser un chivato", le decía a ella. Y sin embargo, testificó en su favor durante el período de instrucción. Por eso, ella nunca comprendió por qué se echó atras cuando estuvo delante del juez. Nunca.
Para entender lo sucedido con el Director de Ventas, tenemos que remontarnos a su más tierna infancia. Cuando era pequeñito, siempre le quitaban los juguetes. sus hermanos, sus primos, nunca le dejaban nada. Él, como fue el último en llegar, siempre quería estar a la altura de todos; pero éstos, al verle tan pequeño, lo despreciaban. Al final siempre acababa diciendoselo a su madre o a su padre, que claro, con la educación "a la antigua" no hacían más que repetirle "eso no se hace, acusica. Eres un chivato"
Al llegar al colegio, las cosas no cambiaron a mejor. Tímido, debilucho, pálido y con esas gafas, era el foco de todas las burlas de los demás. Las más tardes llevaba los ojos morados a casa por haber estado hablando con los profesores sobre lo "bien" que le caía a los otros niños de clase. Nuevamente, el mantra "es que eres un chivato. Te está bien empleado"
Con la edad solo se incrementó la fuerza de los golpes. Al ser un adolescente, ya no era un simple juego de niños por pegarse por una pelota. Esta vez eran cosas tan serias como decirle al profesor quién fumaba en los lavabos de chicos, sopena de castigar a toda la clase. Él sentía que lo correcto era no cargar con las culpas de otro. Que el responsable de los malos actos debía serlo hasta el final, y que no podía diluirse la culpabilidad camuflada de camaradería o de amistad.
Habían sido demasidos años escuchando la misma canción "eres un chivato" y sufriendo las consecuencias de "ser un chivato".
Por eso, cuando el juez le preguntó si había visto al jefe propasarse con la ex-compañera, dijo rotundamente:" NO"
Hay que acabar con la cultura del chivato. Nuestra generación, la de padres treintañeros como la ministra de defensa, somos los que tenemos el reto de acabar con esta ignominia moral que existe con la confusión entre lo que está bien y lo que algunos quieren que se considere como bien.
Se consiguió erradicar la peste, y aquello era mucho más difícil. Esto está en nuestras manos. Sólo.

lunes, 26 de mayo de 2008

El impresentable

De estos está el mundo lleno. Se puede ser impresentable por muchos motivos. Pero lo más común es que esta palabra se utilice en el mundo laboral. Suele ser un impresentable aquel que desquicia a los demás, generalmente por lo mucho que les hace esperar y el poco caso que les hace.
Proveedores que sirven tarde, o con el pedido mal entregado o incluso ambas a la vez suelen ser calificados también como impresentables.

Lo mismo podemos decir de aquellas personas que no te devuelven la llamada, pese a ser tú el interesado en que ésta se produzca. Ejemplo: Estás esperando que te envíen un presupuesto, o que te den una respuesta comercial. Dejas pasar un tiempo prudente. Llamas para interesarte por TU asunto, y el interlocutor te comunica que la otra persona no puede atenderte por cualquier motivo. Hasta aquí, nada que objetar, porque evidentemente uno no se pasa la vida esperando al prójimo. Pero resulta que a pesar de haberte pedido tu nombre y tu teléfono para que te devuelvan la llamada, nunca se produce esta devolución y finalmente tienes que ser tú quien haga la famosa llamada. Con la posibilidad de que además, vuelva a repetirse todo lo anterior. De esta manera, se pierde el tiempo. Mucho tiempo.
¡Cuántos negocios y operaciones comerciales se han echado a perder por culpa de los impresentables!
¡Con lo fácil que es devolver la llamada, incluso si no están interesados, y decírtelo!

También hay mucho impresentable cuando nos fijamos en los horarios. ¿Quién no ha esperado más de lo deseado a ser recibido? No me refiero a las esperas en el centro de salud, que esas ya vienen “predeterminadas por el sistema”. Me refiero a las entrevistas: laborales, comerciales, sociales, etc. De todo tipo.
Muchas personas consideran que hacer esperar al invitado forma parte de la liturgia del poder: “cuanto más me esperes, más poder tengo sobre ti”. Pero realmente lo que se produce es una especie de “revolución” en la opinión que tiene de “el poderoso” el que tiene que esperar que tenga a bien rebajarse y atender su compromiso: “Cuanto más te espero, más ganas tengo de que fracases, de quitarte de tu puesto, de que no tengas éxito, de que te hagan a ti lo mismo, de que pierdas algún negocio o algo importante con alguien que te trate como tú haces con los demás”.

Como los estados de ánimo influyen de forma determinante en el trato con las personas, hacer esperar al prójimo es una estupidez. Cuando buscamos el éxito en lo social, lo personal, lo menos indicado es irritar a aquellos con quienes tenemos que relacionarnos. Y eso es justo lo que se consigue con “ser un impresentable”
La reputación que obtienen aquellos que hacen esperar, que no devuelven llamadas, que no saludan, que te ignorar, que no se comportan de forma civilizada, es la más detestable de todas.
Es lo que supone ser un impresentable.
¿Quién quiere ser un impresentable?

jueves, 22 de mayo de 2008

La insoportable levedad del ser

¡Eres un pesado! ¿Quién de entre nosotros no ha dicho o incluso escuchado en carne propia esta frase tan corta como hiriente?
Si, probablemente, todos nosotros. Pero ¿quién es un pesado? Si analizamos el contexto en el que se suelen producir este tipo de aseveraciones, rápidamente nos daremos cuenta de que siempre se utilizan con seres queridos o de nuestra confianza.
Siempre quieren ir al cine, o al teatro o al parque, y siempre cuando no es el momento. Del mismo modo, por una vez que lo pido y no me haces caso, es que pasas de mi, es que no me quieres… la cuestión es que cuando hay dos personas con intereses dispares, surge la “pesadez”
Pero, si fuésemos capaces de observar desde lejos la jugada, nos daríamos cuenta de que “pesado” es aquella persona cuyos intereses o deseos no coinciden con los nuestros en este momento. Dicho de otro modo, que el pesado quiere hacer algo en lo que nosotros no tenemos el más mínimo interés.
Y claro, en este tipo de roces, es normal que aparezca el famoso “y tu un egoísta”
Resulta que el que nos pide algo que no nos interesa-ese que es un pesado- nos tilda de egoísta por no someternos a su voluntad. Esto es realmente curioso. Alguien que pretende que nos pleguemos a sus deseos nos acusa de ser lo que es él si no nos doblegamos. Y claro, como no damos nuestro brazo a torcer, además debemos acusarlo de “pesado” para deshacernos cuanto antes de él.

De tal modo que es bastante difícil salir airoso de una situación “pesado-egoísta”: siempre estaremos en uno de los dos bandos, aunque no queramos.

martes, 20 de mayo de 2008

¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?

Hoy viene publicado en el diario el País un artículo sobre la religión, en el que habla sobre un tema tan antiguo como la misma filosofía.

¿Dios creó al hombre o fue éste quien creó a Dios?

Mi opinión sobre el tema no ha hecho sino reforzarse tras la lectura del artículo.¿Mis razones? Vamos allá.

A lo largo de mi vida escolar y estudiantil, en la Historia de los pueblos, y particularmente de los primeros pobladores humanos de la tierra, siempre se me dijo que estas civilizaciones tenían unas creencias mitológicas basadas en la Naturaleza: dios de la lluvia, de la niebla, etc. Y que estas deidades habían surgido de la necesidad que tenían estas sociedades de dar explicación a los fenómenos naturales cuyo origen les era desconocido.

Paulatinamente y a medida que avanzaban las civilizaciones, estos dioses iban cayendo, pues poco a poco los descubrimientos daban las explicaciones oportunas a los supuestos milagros. Pero llegamos a las grandes civilizaciones de mesoAsia. Aquí tenemos un Dios omnipotente, omnisciente y creador de todas las cosas. Él es el origen y el fin de todo. Y por supuesto, Él es la Verdad universal; Este Dios, con sus múltiples nombres, está presente en todas las grandes religiones del mundo. Y sin embargo, la misma capacidad de raciocinio que guía a los humanos para desterrar las creencias menores de los pueblos primitivos, se nubla ante la presencia del único Dios.
Y entonces, yo me pregunto ¿por qué? ¿qué hay diferente entre un dios y los anteriores? ¿acaso este dios si que es creador de la lluvia, y en cambio los anteriores no lo eran? ¿Por qué? Si prestamos atención, siempre es el hombre el que dice quién es válido como Dios y quién no lo es, y también siempre es el hombre el que reparte el carné de fiel o de infiel-con la patente para “convertirte” a través de una serie de métodos “eficaces” de convicción-
Desde otro punto de vista, las respuestas mas trascendentales sobre el origen del universo y del hombres están, si no ya resueltas, muy cerca de su averiguación. Y ninguna de las soluciones tiene a dios como responsable. Luego una vez mas, se demuestra que el ser humano, necesitado de algo en que creer, va inventando dioses mas y mas evolucionados a medida que avanza el pensamiento. Pero es indudable que dios es una invención del hombre, y no al revés. Esta es mi opinión.

Dios no creo al hombre, sino que fue el hombre quién creo a Dios.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Te jodes, gudari

Si, efectivamente, te jodes, gudari. Te jodes porque con tu acto vil no vas a dormir mejor, al contrario. Vas a dormir peor. Porque como en el fondo, eres un ser humano, sabes que tu repugnante acto no va a servir para nada. Tu anhelada patria vasca no se va a engrandecer-todo lo contrario-con este asesinato. La memoria de las víctimas y nuestra repulsa por tu acto te perseguirán siempre.
Te jodes porque los que no piensan como tú tienen ahora más razones para no dartela a tí nunca jamás.
Te jodes porque los que no comparten tu visión de la historia piensan de ti que eres un ser despreciable, que mas que merecer la pena de muerte, lo cual es un final horrible-algunos la pedirán para ti- realmente piensan que mereces horrores sin fin.
Te jodes porque esta acción no te ha convertido en jefe de la banda de mafiosos-¿o acaso se te ha ocurrido a ti hacerlo?- y además, no te da puntos ante nadie.
Te jodes porque cuando te apresen y encierren, aprenderás en la cárcel cómo es un "verdadero" hombre. Tus problemas de almorranas desaparecerán para siempre. Ya no tendrás problemas de estreñimiento.
Te jodes porque a pesar de tus esfuerzos, EUSKALHERRIA sigue estando cada vez más cerca de ATLANTIS.
Te jodes porque ya no podrás conocer gente sin desconfiar en ella. Ahora todos serán tus enemigos.
¿qué se puede esperar de alguien que se cree que su pueblo es superior cuando en su "idioma" la palabra cuchillo tiene la misma raíz que la palabra piedra? Evidemente, este "pueblo superior" se quedó ahí, en la fabricación de utensilios domésticos con piedra. Como eran "superiores", dejaron el metal para los "inferiores": celtas, íberos,romanos, árabes, etc.
Entre tú y el monstruo de Amstetten sólo hay 1.833 kms.

viernes, 9 de mayo de 2008

De hipocresía...¡otra ronda!

Si, otra ronda de hipocresía. Esta vez se la tiene que llevar la Asamblea de la ONU. Y digo la Asamblea, y no sólo la dirección, porque son todos los países los que estamos permitiendo la siguiente hipocresía.
Vayamos por partes. Hace 7 años, unos desalmados hicieron el kamikaze contra las torres gemelas y el Pentágono estadounidenses. Murieron ellos, y se llevaron consigo a miles de personas. Posteriormente, la Asamblea de la ONU aprobó una resolución que permitía el uso de la fuerza para desalojar al régimen Talibán del poder en Afganistán, supuestamente culpable de la masacre en el World Trade Centre. Dicho de otra manera, con el pretexto de salvar vidas, se autoriza la fuerza, e incluso el quitar vidas, para derrocar un régimen e instaurar la democracia en un país soberano.
Ahora, en el presente, un ciclón arrasa un país pobre del sur de Asia. Este país, Birmania está gobernado por un despótico-¿y cual no lo es?-régimen militar. La Asamblea de las Naciones "Unidas" ofrece su ayuda humanitaria inmediata. Cientos de miles de Dólares, un auténtico ejército de voluntarios, médicos, bomberos, asistentes, sacerdotes de múltiples confesiones se ofrece para prestar ayuda a miles de seres realmente necesitados de que les salven la vida. Pero el régimen militar de Tyanmar, como no tiene mucho interés en correr la misma suerte que el régimen Talibán, no da permiso a la ONU para dar comienzo al desembarco de la asistencia internacional.
Y la hipocresía es clara. ¿Por qué no autoriza la ONU en este caso, mediante una de sus resoluciones, el uso de la fuerza necesaria no para derrocar a nadie, sino para entrar en una nación soberana a salvar vidas, tal y como hiciera en 2001?
¿acaso estas vidas no merecen la misma salvación que aquellas que se "salvaron" con la invasión Afgana? ¿dónde queda la "humanidad" de la ONU en estos casos?

jueves, 8 de mayo de 2008

Hipocresía

El barrio donde yo vivo es bastante tranquilo. Es una comunidad de 6 portales, con un patio común. Por las tardes solemos bajar mi mujer y yo con la niña, para que juegue, se divierta, haga amistades y aprenda a convivir con personas similares a ella. De paso, la alejamos un poco de la máquina de abducir.
El martes bajé yo sólo, y tuve la ocasión de presenciar una conversación que está muy de moda últimamente en la zona. La primera comunión de las niñas y niños del barrio. Resulta que la mayoría de padres afirma no tener creencias, o si las tiene, no tener ningún crédito a la Iglesia Católica. Sin embargo, hablan con emoción de uno de los sacramentos cuya progenie está a punto de tomar.
Me parece algo hipócrita que permitan que sus pequeños, aquellos a quienes tienen que dirigir hasta que estén capacitados para hacerlo por si solos, cumplen con los ritos de una religión que no es profesada por sus padres.
Creo que los sacramentos de la Iglesia, la Católica o cualquier otra, deberían ser respetados de otro modo, y no acogerse a ellos por las múltiples razones aducidas: queda bien, todos los niños lo hacen, qué dirán sus compañeros de clase, yo también la hice y no pasó nada, es por los regalos, mi hijo quiere hacerla, mira que guapa está en las fotos, qué pensarán los abuelos...
Todo un sin fín de excusas para ser uno más, para actuar como la masa, como las hormigas que van en fila india una tras otra, en busca de la comida, y sin plantearse siquiera la posibilidad de apartarse del grupo.
¿acaso está perdiendo el hombre la capacidad de pensar por sí mismo?

martes, 6 de mayo de 2008

El mundo de los blog, o como se dice habitualmente, la blogosfera

He estado en la playa este puente pasado. También he estado en m coche 18 horas:10 para ir y 8 para volver. Todo un logro de las infraestructuras-nunca mejor usado lo de infra- de este país.
Ayer tuve la siempre agradable visita de mis padres y hermana. Comentando mi nacimiento al mundo de las bitácoras, resulta que ella también tiene una abierta. Se llama algo así como "en el manu" pero yo todavía no he sido capaz de encontrarla.
Lo que si he encontrado ha sido mi videocurrículum como candidato a aficionado profesional de Fernando Alonso. Es un alivio, porque yo ya creía que nisiquiera lo habían recibido.
Ahora solo queda ser el elegido, lo cual no es nada fácil, dada la abundancia de candidatos. Pero mantengo la esperanza. Hasta el 8 de junio no habrá noticias.

lunes, 5 de mayo de 2008

Apertura

Bienevenidos todos a mi blog. Espero tener tantas visitas como debate en los artículos.