viernes, 30 de mayo de 2014

La bestia ha caído

En los programas científicos, generalmente en aquellos en los que se habla de la grandeza del universo y de la pequeñez del ser humano, suele decirse una frase que viene muy a cuento sobre la cual quiero hablar un rato: “imagina cuantas cosas no sabemos. Imagina cuánto cambiaría nuestro mundo si supiéramos solo un 1%, más sobre aquello que aún está por descubrir”

Pues bien, Cuanta razón tiene esa frase. El pasado día 28 de octubre de 2013, le anunciaron, le “descubrieron” que tendría que luchar contra la bestia del siglo XX. Le indicaron también que la ayudarían dándole a la bestia un mordisco quirúrgico que quizá afectaría a su belleza, aunque harían todo lo posible para minimizar esa afectación.

No contentos con el mordisco, también insistieron en ayudar con armamento químico, similar al que está prohibido para acabar con los civiles cuando los dictadores piensan que su pueblo se le ha tornado levantisco; por si fuera poco, resucitaron la vieja táctica anti brujería de la quema en la hoguera y también le propusieron un ataque radiológico.

Además, le dijeron que como iban a combatir con todo, y que su bestia era insignificantemente pequeña como para ser vista con los aparatos de medida actuales, no haría falta volver a examinarla tras el ataque. Esto en sí mismo es un contrasentido, pues si la bestia es pequeña, a cuanto de qué tanto despliegue militar.

Pero no nos desviemos. Porque su vida ciertamente cambió por completo desde el mismo y fatídico día en que le comunicaron la noticia. Cambió porque se acercó más a los suyos, y los suyos se acercaron más a ella.

Cambió porque aprendió a valorar cada minuto, cada segundo. Cambió porque aprendió a no dar importancia a pequeñeces cotidianas; cambió porque fue capaz de aceptar resignada que tenía que dejar de preocuparse por los demás y centrase solo en ella. Que para las otras preocupaciones ya tenía a su familia.

Cambió porque a pesar de la feroz lucha, de la pérdida del cabello, del malestar, de los vómitos, del cansancio, fue capaz de sacar fuerzas de donde no había e irse de cena con su pareja; de irse a un concierto solo porque tocaba el profesor de batería de uno de sus amigos; de irse a un concierto de versiones de Bon Jovi, acostarse tarde y ser capaz de irse al día siguiente a la sierra a pasar toda la jornada entre la nieve;

Cambió porque ha sacado fuerzas de donde no hay para seguir ayudando a su hija con los deberes; fuerzas de donde no hay para diseñar y dirigir con éxito una reforma en la cocina de su madre, que no por tener poco espacio es más fácil o menos puñetera que otras; ha sacado fuerzas para poner un termo, una placa de inducción, un fregadero, un lavavajillas y todo esto a la par que acompaña a su hija a patinar o a gimnasia; que anima sin descanso a su pareja a que camine para que no esté tan gordo; que llega a casa y se marcha ella también a caminar para seguir en forma; que cuando llega a casa no se acuesta y prepara comidas, mochilas, ropas y bocatas para el día siguiente;

  

Como veis, hay que ver cómo puede cambiar el mundo de una persona al descubrir solo un 1% más de lo que hay…en su universo.

Esta persona de la que hablo es mi mujer, ejemplo de lucha y coraje. No es la única que lucha así contra la bestia, y  gana, pero es la mía y por eso quiero hacerla este pequeño homenaje. Hoy acaba la radio. Hoy comienza el futuro.